Rivalidad.

por Invitado Miér Ago 08, 2012 7:27 pm

Ya había pasado un pequeño tiempo desde que había llegado a Dark Souls, pero el rubio aún no encontraba un lugar donde quedarse, y necesitaba ubicar lugares para comer y demás. Apenas llegó al pueblo se encontró con una pequeña fuente de agua puramente cristalina, sonrió, definitivamente la suerte solía estar de su lado. Se acercó a ella con completa tranquilidad, juntando sus manos y sumergiéndolas en el agua, inclinándose para beber un poco de ella, con los ojos cerrados. Después de satisfacer su sed procedió a lavarse la cara y arreglar su pelo, se preocupaba por su imagen. Soltó un suave suspiro y se sentó al borde de la fuente, esperando a que alguna idea iluminara su mente, dejando que la suave brisa refrescara sus ideas. Una leve sonrisa se apoderó del ojiazul ¿Hace cuánto que no se relajaba de ésta forma? No lo recordaba con mucha claridad, pero estaba realmente satisfecho por éste momento de soledad y paz mental, quizá en un rato buscaría donde pasar la noche, todavía faltaba mucho para ella, pero de todos modos necesitaba encontrarlo rápido, tenía algo de sueño y necesitaba descansar. Bostezó y estiló un poco los brazos; hacía un poco de calor así que se desabrochó la camisa hasta la mitad para que el aire pudiese ventilar su cuerpo y hacerlo sentir más fresco, simplemente se dedicó a ver lo que había a su alrededor, un pueblo humilde al parecer, y también daba la impresión de que nada interesante iba a pasar.... ¿O tal vez sí?

por Invitado Miér Ago 08, 2012 11:25 pm

Acababa de llegar a lo que parecía ser el pueblo de Dark Souls, apesar de haber llegado hasta aqui hace algunas semanas.
Rynku, mi compañero y mascota comenzó a juguetear en el camino, se puso frente a mi movienod su cola de un lado a otro y agachandoce mientras ladraba y movía su cola, quería jugar conmigo.
Sonreí un poco y me giré para luego comenzar a correr, de inmediato el lobo de colores oscuros comenzó a correr detras de mi ladrando un poco.

Llegué a punto en el que frente a mi había una fuente, pero, corría muy rápido como para girar así que salté callendo dentro de ella y seguí corriendo atravezandola.
Miré hacia atrás notando como Rynku hacia lo mismo, luego, al ver hacia el frente vi a un chico que estaba sentado en un mal lugar.

- ¡Aparteté! -grité con la esperanza de que pudiera apartarse atiempo pero, apesar de todo acabé estrellandome contra él.

Lo sustuvo y logré mantener el equilibrio evitando que ambos calleramos al suelo pero, Rynku, quien había salido por uno de los lados de la fuente corria hacia nosotros y, dando un salto acabó tumbandonos a ambos dentro de la fuente.
Hice una mueca y me levanté completametne empapado por el agua, luego levanté al chico y lo miré de arriba abajo antes de darle una leve sonrisa arrepentida.

-Lo lamento.. -dije apenado.

por Invitado Sáb Ago 11, 2012 2:17 pm

La calma parecía inundar el lugar que rodeaba al ángel, y a su vez parecía gozar de ello. Un suspiro escapó de sus labios con suavidad, manteniendo sus ojos cerrados y una sonrisa adornando su rostro, dándole, en efecto, la apariencia de la paz en su estado más puro. El ruido del agua al caer en la fuente era todo lo que él podía escuchar, parecía que conforme las gotas de cristalina agua caían formaban una leve melodía, pero era típico del rubio querer encontrar la música en cualquier lado que estuviera... Era una parte de él.

Prontamente pudo percibir un sonido ajeno al agua tras de sí, y decidió voltear al lugar de donde el sonido provenía ¿Atrás también? Ni siquiera tuvo tiempo de comprobarlo, apenas había girado su vista se encontró...

Con un chico que se había estrellado contra él, ni reaccionar pudo el pobre Ángel, que solo se había quedad estupefacto, sostenido por el otro rubio antes de caer al suelo, pero antes de poder decir nada... Una bola de pelos los embistió, haciéndolos caer dentro de la fuente.

Mientras era levantado por el chico se miró a si mismo... Su blanca ropa ahora estaba manchada de... ¿Lodo con figura de huellas?... Estaba todo mojado y ahora tenía frío, miró con cierta molestia al chico que quería "rescatarlo" bufando y sacudiendo sus brazos para quitarse el exceso de agua en su camisa.

¡Mira lo que hiciste! Deberías tener más cuidado... Y si es posible mantener con una correa esa bola de pelos... Un día de estos alguien podría salir lastimado por su culpa...

Sentenció sin la más pequeña de las delicadezas, desviando su mirada realmente enfadado ¿Pero quien demonios se creía ese chico?....

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