Soltisicio de Invierno -Tema 1

El día del solsticio ha llegado. El Emperador a dado anuncio a las fiestas desde temprano, comenzando la celebración en la ciudad y en sus alrededores, para culminar en el palacio donde se ha preparado un baile con todos los lujos para festejar éste evento importante en Dark Sousl.

Cayendo la tarde, la gente empieza a llegar después de haber pasado una jornada atareada y divertida en los festivales. Pronto, el palacio comienza a tomar forma y a llenarse de gente. La música comienza a sonar y la iluminación a decorar el lugar perfectamente adornado con las más finas cosas.

Hay una mesa [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] para todos los gustos. El salón, está ambientado para que la gente comience a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y hay un espacio grande [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] mientras la gente sigue moviéndose al ritmo de la música.

También han vestido de gala a los [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que bajo la luz del sol del atardecer, suelen verse mucho más esplendorosos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

En este post podrán participar 5 (cinco personas) una vez que estén todos, se los pondrá en el post para que en éste post estén ordenados y esperen para postear. Una vez lleguen al límite de cuatro, pueden empezar con la segunda vuelta de posteo y seguir con la trama.

Habrá orden de posteo y si alguien no llega a postear en tres días, se salteará el turno para que el rol siga con su curso y se una en la siguente ronda de post a la trama de nuevo.

Las reglas del rol siguen vigentes así que procuren hacer post con el mínimo de líneas y respetar los turnos de posteos.

Un evento que se realiza una vez al año. La oportunidad perfecta de conocer más criaturas. ¿Cuántas sorpresas nos depara la fiesta?. Esta tarde el palacio lucirá el esplendor de su belleza y lujos. Tomoe, pensativo como siempre, y en su hombro derecho, iba Azur el pequeño pájaro del kitsune acompañándolo siendo también testigo de la gran majestuosidad del Palacio. Ingresando pasando por los jardínes, y ¿Quién más llamaba la atención, mejor que la fuente?. Salpicando las aguas puras, cristalinas, las plantas felices cerca suyo, recién podadas formaban parte de la decoración. El Solsticio ha iniciado.

Cruzando bajo el umbral de la puerta, por dentro. El Palacio no era el mismo que antes. Los adornos eran creativos, originales y discretos. Con una gran variedad de comida. Por nada del mundo me perderé esta fiesta. No evito el hecho de sonreír.

La melodía era buena, tranquilizadora. Siendo posible también bailar a ritmo de ella. Varias personas dialogaban entre sí. A ver.. con quien empiezo. Abrió su abanico el kitsune con un ligero y elegante movimiento. Moviendolo un poco. Azur contemplaba, pero con su pico se rasco una parte de su ala.

El Vocero Imperial no lucía la típica ropa que solia tenerla puesta en el trabajo. En vez del kimono azul, tenía puesto uno de color morado oscuro y en las mangas la forma de fuego, la punta de color rojo, luego rojizo hasta aclararse cada vez que llega al final de la tela. El extremo de la ropa en sí, llevaba tal atavío.

No era novedad de que pronto la noticia del baile de Solsticio de Invierno llegara a los oidos del pequeño pueblo donde la rubia residía, mas lo que si era nuevo era que justo ese mismo día Sakura había recibido otra orden de sus superiores, la cual consistía en asistir al baile en caso de que fuera una trampa impuesta por el Emperador Akihiko... Ya muchas vidas inocentes se habían perdido a manos de aquel tirano...

Por suerte para Sakura, la Sra. Gloria le había prestado un vestido de noche que solía usar en sus días de juventud: Era un hermoso vestido de estilo victoriano de color rojo vino con un fondo negro, de cuello descubierto y con cintas de adorno en el mismo color; complementado con un par de guantes de encaje negro y el cabello recogido en una coleta y adornado con un listón de seda negro conformaban el atuendo que la ojiazul usaría en aquel evento.

Vestido y guantes:

No pudo evitar quedar algo sorprendida por la magnificencia del castillo, ya que era la primera vez que se encontraba dentro de sus alrededores... en realidad se sentía algo nerviosa por ser el primer baile al cual asistía, pero eso no implicaba que sus órdenes perdieran prioridad en caso de que las cosas se pusieran feas.

Mientras paseaba por los jardines del castillo como algunos de los invitados, se detuvo a contemplar la fuente. Nunca había visto agua tan cristalina ni una obra de arte tan espléndida como esa.

- Que hermoso...

El castillo estaba lleno de vida en esos momentos...

Spoiler:

La chica de cabellera castaña no llevaba mucho tiempo en dark souls y, aun habían lugares que desconocía completamente. Remontandonos a unos días atrás, Nanami caminaba por el puebl cuando encontró una invitación, el solspicio de invierno comenzaría en esos días y, segpun aquella invitación habría algo similar a una celebración para ello, por lo que, al ver que no parecía ser de nadie, decidió ir al dichoso evento, tenía curiosidad sobre el como sería el lugar estipulaod en la invitación.

Por fin el dia dicho llegó, la castaña caminaba hacia el palacio imperial un tanto nerviosa, es decir, tenía un poco de curiosidad y entusiasmo para llegar a aquel lugar. No llevaba su kimono esta vez, desde que había lelgado a Dark solus eso era lo que solía llevar y, en cambio portaba un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que en alguna ocasión pensó en usar pero que, nunca había encontrado el sitio adecuado, no era un vestido que destacase, pero, era el único que tenía consigo. Sobre su cabeza llevaba una [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que combinaba con el vestivo y unos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] del mismo color del vestido.
Se detuvo en la entrada, donde, al mostrar su invitación fue conducida hacia lo que parecía ser el comedor. Quedó completametne deleitada ante lo que sus ojos observaban, ademas de la agradable música que se escuchaba de ambientación en el lugar, simplemente le resultaba mágico todo aquello.

Caminó un poco por el lugar apra, luego, detenerse junto a la mesa del banquete, donde se limitó a observar a las personas que iban llegando sin dejar de sonreir, a pesar de no parecerle conocer a alguien, le resultaba un lugar muy encantador para estar, además de que la música era algo que le agradaba en aquel lugar.

Spoiler:

La segunda en aparecer y notar que interesante es volver a oler a la vampiresa cerca. La última vez no pude tratarla cordialmente. Pero tampoco me importa su amistad. Ella y sus dragoncitos traviesos, espero se comporten por que no seré yo quien la eche de aqui. Para eso estan los guardias inútiles. Pero la diversión no termina. Sonríe pícaramente. Por el oler que tiene es una hanyou, con un vestido de princesa, especial para llamar la atención, además de lucir hermosa. La típica hija de nobles, rubia de ojos azules, ¿o no será hija de nobles?.

Un mesero se acerca al kitsune ofreciéndole vino, éste toma la copa y en su contenido el vino y lo lleva hasta su boca para probar un sorbo.
Cierra sus ojos por un corto momento, para luego contemplar la mujer que acababa de ingresar al Comedor. ¿Ella?. No pudo contener su sorpresa, pero reaccionó rápido y la miro despectivamente. Luce estúpida con un vestido rojo tan sencillo. Ahora la odia. La consideraba un gran peligro. Y ahora debe cuidarse de ella. La sacerdotisa aquí, es algo torpe pero es demasiada su bondad. Desvió su mirada y se aproximó a la vampira.

-Qué gusto volver a verte!- sonríe alegre. Quería reírse al recordar la última vez que la vió.Pero tuvo que contenerse. "Estaba buscando la cocina..", fué la peor y clásica mentira que cualquiera diría improvisadamente sin imaginar en decir algo mejor que eso. Lució como una tonta con ésa excusa barata, pero estando cerca de la otra soldado más distraída, era lo más esperado.

-Y a tus mascotas- continua sonriente y con tono amable. Guardó su abanico y sostenía en su mano, la copa de vino. Azur la contempla curioso y a los pequeños dragones, más bien todo le da curiosidad.

Si los jardines le habían parecido hermosos, la rubia no encontró palabras para expresar su sorpresa al entrar al castillo y encontrarse con la decoración extravagante y brillante, algo que jamás creyó que viviría para apreciar. Al parecer la familia real no se había arrimado en gastos al momento de realizar este evento.

Aunque ahora que lo pensaba, no había señal de ningún miembro de la corte que reconociera, mucho menos de la familia real. Las únicas personas que parecían algo sospechosas eran un hombre de cabello blanco y kimono color morado oscuro y una chica de plateados cabellos que se encontraba hablando con él... parecían algo misteriosos.

Aun contemplando la decoración del lugar, Sakura se acercó a la mesa del banquete; poco tiempo después de la menor llegó otra chica, al parecer otra híbrida como ella, pero a la vez era diferente.

- Hola- saludó de forma amable a la castaña, mostrando una sonrisa amable en todo momento- ¿Disfruta la fiesta?

Nanami observaba todo con interés y manteniendo una sonrisa tranquila en su rostro, de tal manera que no se había percatado de que había otra persona ahí sino hasta que esta le habló.
La observó y sonrió ladeando la cabeza para luego asentir.

-Es un ambiente agradable -dijo aun sonriendo ligeramente- Hola, mi nombre es Momozono Nanami -se presentó haciendo una muy ligera reverencia-Un gusto en conocerte

Observó nuevamente un tanto distraída el lugar, en verdad le parecía un lindo lugar, luego, regresó su mirada a aquella chica de cabellos rubios, notando que era una hibrida al igual que ella, dado a su escencia.

El tono de la vampiresa y el trato se supone que alimenta mi ego, pero si me dejo engañar caeré por completo en la trampa. Vocero, no todos conocen mi profesión. Es tan formal la mujer cualquiera la trataría como una princesa. Pero no creí que sus mascotas hagan.. eso. Desvió su mirada y notó que ahora los dragoncitos acorralaron a Azur. Sin embargo, el ave azul inclinó su cabeza acercándose al dragón que tenía frente suyo. No se sintió incómodo ni aun que uno de ellos tocó su plumaje.

-Gracias por los elogios- mencionó y volvió a sonreir, aparentemente sus ojos destellaban regocijo por el buen trato recibido. Pero escuchar "..,han formado tus príncipes y reyes." provocó cierto enojo. No son mis amos muñequita de porcelana. Aun que ningún gesto, además de alegre y formal, fue expuesto o dado a conocer, ni siquiera en su mirada fue notado un atisbo.

-No has perdido el sentido del humor- exclamó sonriente con una mirada de gozo. Dejame demostrarte lo simpático que puedo ser vampira. Levanto su mano realizando una mueca para ahuyentar a las criaturas que posaban en su hombro. Azur emprendió vuelo y quedó en el suelo. Entendía y sentía instintivamente los deseos de su amo y también su estado de ánimo.

-Yo no les invité, fueron mis superiores y los únicos que trabajan hoy son los guardias- comentó el kitsune relajado. Es mi turno..

-LLegaste bien, no te perdiste y esta vez tus dragones comeran a gusto- dialogo Tomoe en tono formal. Movió su cabeza inquietado al no ver a la soldado que la última vez la había acompañado. Cuando se conocieron.

-¿Y tu amiga?- interrogó y una vez quieto al no verla, manifestando un semblante frívolo. No dió importancia a que arrebatase la copa de vino. Hay muchos más y de mejores sabores.
Mientras Azur actuaba normalmente con modales adaptandose al entorno y con sus nuevos amiguitos.

- ¿Nanami-san? Es un nombre muy bonito- comentó mientras sonreía amablemente y hacía una reverencia con su vestido- Mi nombre es Sakura Kazehana, es un placer.

Cuando se incorporó nuevamente, Sakura pudo confirmar de que la castaña también era una híbrida como ella, aunque también había una variación en su aroma.

- Me sorprende la forma como decoraron el castillo. Nunca había visto tantos adornos en mi vida.

Un mesero se aceró a ellas 2 y les ofreció si no querían algo de beber, por lo que por cortesía la menor tomó 2 copas y le extendió una a Nanami. Por ser menor de edad no bebía alcohol, pero podía tomar un leve sorbo al brindar.

- Cuenteme de usted, Nanami-san- volteó a ver a la castaña aun con esa sonrisa amable- ¿Vive aquí en la ciudad?

- Arigato Sakura-chan, Tu nombre tambien es bonito -sonrió la castaña ladeando un poco la cabeza y cerrando sus ojos a la vez que sonreía.
Observó al mesero que se acercó a ellas y, antes de decir algo, vio como Sakura tomaba dos copas, ella no bebía dado a ser menor de edad pero, un pequeño sorbo no le haría mal, así que, tomó entre sus manos la copa y le sonrió de nuevo a sakura.
-Arigato de nuevo Sakura-chan -dijo antes de darle un pequeño sorbo a la copa.

Su mirada viajó de nuevo por el castillo asintiendfo, almenos lo que podía observar ahora, que era el comedor, le resultaba increíble, la decoración era sin duda alguna esplendida.
Asintió con una sonrisa típica de ella.
-Así es, luce muy elegante y kawaii -musitó dandole otro pequeño sorbo a la copa antes de dejarla sobre la mesa de bocadillos.

Observaba aun maravillada a su alrededor cuando la voz de Sakura la hizo voltear a mirarla, prestandole atención a lo que decía y negando con la cabeza.
-No, no soy de la ciudad.. realmente.. -rascó su nuca mientras sonreía apenadamente-No sé ni como llegué aqui, pero, me ha resultado una ciudad agradable -dijo juntando sus manos, entrelazando sus dedos y dejandolas a la altura del pecho-¿Tu eres de por aqui Sakura-chan? -preguntó ahora curiosa la castaña, pozando sus orbes en la chica.

Observandola mejor me he dado cuenta. Lo perspectiva que es. Casi diría que quiere provocarme o ha encontrado la forma. Tampoco pienso darle el gusto. Con cuántas criaturas raras me habre de topar!. Vivir aquí se pone más atrayente. Por su aura, puedo decir que es más soberbia que yo. Conste que pongo mis límites para no ser del todo arrogante. A muchos de aquí no les agrada ese aire de superioridad, pero con criaturas como ella he tratado ya hace tiempo atrás. Les gusta los elogios y casi siempre son sarcásticos.

Se dibujó una sonrisa en Tomoe haciendo caso omiso a su indirecta. Los ojos de la vampira, también correspondió en verla a los ojos. Tan claros y del mismo color que los míos.

Prestando atención a sus palabras, "..tres o cuatro veces.." , sonrió el kitsune pícaramente. Eso explica muchas cosas, seguro sabe de mis habilidades pero nunca quedará registrado en ése papel como las utilizo, tampoco mi forma de pensar. Me describe físicamente, eso sí.

Musitó. -Tan grande el Palacio y tan poca seguridad. Mejor estar bien informado que andar de ignorante por aquí- habló normalmente.

-Nada mal- comentó finalmente y contemplo el comportamiento de Azur. Éste actuaba normal y parecía divertirse.

Azur empezó a ponerse juguetón ya que los otros dos le dieron a entender eso.

Solo espero no se ponga pesado. Odio los escándalos a causa de una estupidez. Esta vez el kitsune mostró una mirada frívola nuevamente. Por que empezó a aburrirse. Tampoco tenía los ánimos de dirigir la palabra a algunas de las mestizas.

"Decepcionado.."?. Me decepciona todo.
-En absoluto- declaró secamente. Casualmente otro mesero pasa hacia ellos y les ofrece un exquisito sushi de tamaño pequeño junto con los palillos, para sujetarlo y comer con facilidad de un sólo bocado.

-Pueden tomar asiento para comer- mencionó el mesero. Tomoe lo miró y tomo los palillos y una vez que sujetó el sushi, abrió su boca y lo comió. Tiene buen sabor. El mesero se desconcertó por un corto plazo, pero ignoró la acción del Vocero y le ofreció a la dama.

-El sabor no es malo- dijo el kitsune mirando a la mujer fríamente invitándola a intentar lo que acabó haciendo. Una vez más pone a prueba a la vampira. No me interesa conocer su nombre, pero por simple protocolo tendré que realizarlo.

Sakura sonrió amablemente como respuesta al agradecimiento de Nanami y extendió su copa para chocarla levemente con la de ella antes de darle un leve sorbo al contenido de esta. Era una bebida bastante dulce.

- En realidad no soy de la Ciudad, pero soy de un pueblo no muy lejano. He visto muchas cosas que me gustan de aquí, y pienso que es un lugar muy pintoresco.- miró a la castaña- ¿Y a ti que te ha parecido el lugar, Nanami-san?

Mientras platicaban alegremente otro mesero se les acercó para ofrecerles ahora unos bocadillos... parecía algo hecho de pescado.

- Nanami-san, ¿gustas?- tomó uno de los canapés para ella con una servilleta y delicadamente lo puso sobre un platito- Nunca lo he probado, pero creo que es algo como sushi...

Mientras esperaba la respuesta de la castaña, Sakura volvió a dar otro sorbo a su copa; gracias al cielo todas las visitas a casa de Rahzel le habían acostumbrado el paladar a tolerar las bebidas alcohólicas o de lo contrario ya hubiera sucumbido al efecto del alcohol.

- Y... ¿a qué te dedicas, Nanami-san?

Azur observa a los dragones. En cuanto uno de ellos empezó a volar a ras del suelo, entendió el tipo de juego que habría de participar, miró al otro dragón y le siguió al otro que huía. Soltó un pequeño ruido, clásico de cualquier pájaro. Aumentó su tamaño repentinamente para mantener el mismo tamaño que sus amigos, ya que era el más pequeño.

-Así es señorita- expresó gentilmente, respondiendo a su primera pregunta "..nunca se sabe que puede pasar,cierto?". Hay que tratarla como tal. Dialogar con ellos como si fuesen seres distinguidos. Vampiros..

Extrañarlas?. Lo que extraño es luchar. Conseguir cumplir con mi meta. Pero como debía corresponder a su disimulada cortesía. Sonríe.

-¡Cómo olvidar a una distinguida dama!- habló con voz pausada y melodiosa.-La otra..- comentó y bajó la mirada. Fantasiosa y ridícula.

-soñadora y traviesa- terminó diciendo mirandola. Volviendo a tomar un sushi con los palillos, una vez sujetos. Mientras la mujer probó el bocado, aparentemente le gusto. Miró al sushi que sostenía con los palillos. He probado mejores que éstos.

-¡Claro!- afirmó el mesero ante la interrogante de la mujer. Contempló curioso ante otra situación. Al sirviente, le llamaban con gestos. Al parecer otras personas querían probar. Hacer trabajar a éstos era una costumbre, habría que aprovechar la oportunidad.

Como tenía ocupado una de sus manos sosteniendo el plato con los sushis, el otro que quedaba libre, la elevó para mostrar a ambos, tanto a la vampiresa como al kitsune, la mesa.

-Allí hay otros manjares, con su permiso- hace reverencia y se retira. Tomoe mira los demás platos, no tenía muchas ganas de comer. Pero. ¿Y la mujer?. Nuevamente centra su mirada en la pelivioleta.

-Debí haberte preguntado antes, disculpa..¿Tu nombre es?- mencionó educadamente notándose un poco curioso.

El pájaro azul se mostraba ansioso por alcanzar al dragón, aun que aún no lo conseguía.

Azur aumentó su velocidad, esquivaba los pies de los invitados al igual que la dragoncita. Genero un ruido desafiante. Tomó otro camino dejando de estar detrás suyo. ¿Para aparecer en frente? o ¿De costado?. En fin, el pájaro se desapareció. Ya empezó a tomarse en serio en atraparla.

Aquí todos saben hablar, son muy habladores. Charlatanes. Al final, deberán ser pésimos en batalla. Comienzan a pudrirme las palabras. Tomoe mostraba un semblante frío y algo agresivo en su mirada. Seguramente la dama lo percataría de inmediato.
Aburridos, ladran pero no muerden.

¿Mi nombre?. Al terminar de escuchar a la joven. Cerró los ojos y sonrío graciosamente.

-¿Sabes que trabajo como Vocero?!- abrió sus ojos y arqueó una ceja

-Sabes como me llamo señorita- la miró pícaramente. Pero repentinamente vuelve un aura alegre que lo rodea.

-Tomoe Mizuno, Lady- hizo reverencia con su mano derecha. Luego
-Eres un poco distraída- tal parece -Los manjares son más exquisitos que los otros- terminó diciendo, cambiando de tema. En relación a la abundante comida, una más extravagante que otra. ¿Invitándola a comer?. ¿Qué planea el kitsune?

Aun que la dragoncita finalmente decidió ir bajo los manteles de las extensas mesas. Azur regresó en seguirla por detrás, pero una vez bajo la mesa, cambió de rumbo nuevamente. No le gusta perder?. En mayoría, a ninguno.

Una vez logrado perder de vista de ambos dragones, viendo donde se escondió su presa. Posó sobre el asiento de una silla alta para no ser descubierto inmediatamente. Desplazaba su cabeza a cada rato, tornándose gracioso. Queriendo escuchar, concentrado. La natureleza de Azur era extraña pero adaptable, también el cansancio lo agotaba. No obstante esperaba como asustarla y capturarla exitosamente.

Tampoco creí dialogar tanto. -No hay necesidad de mentir Sumireko- dijo en tono alegre.

-Claro Lady, pase usted primero-respondiendo sonriente a la pregunta de la joven. Ésta niña y sus gestos. Quedó un momento para observar la fiesta en sí, más bien a los invitados. Nuevamente con la seña de invitación de la pelipúrpura, para que negarse. La siguió caminando pausadamente, ya que, había algunos visitantes que no medían su estupidez. Uno intentando sorprender a una dama, torpemente al dar un paso atrás pisa mal el suelo. Eso si es ser idiota. Tomoe no le prestó mucha atención y lo esquivó deteniéndose en andar, mientras caía de espalda el hombre, puesto que caería por él y dejó que la gravedad haga su trabajo. Disfrutaría ver el rostro de este joven humillado.
Sólo algunos excelentes observadores podrán haber visto la acción de Tomoe, puesto que sucedió todo muy rápido.

El ruido del choque contra el suelo. Pegó un grito llamando la atención de todos y obviamente de la dama quien queria asombrar. El hombre miro avergonzado y asustado. Mientras del fondo de la gente se escuchaba risitas de burla.
El kitsune se agachó arrodillando una pierna y la otra que sirva de soporte por el suelo. Le extendió la mano, luciendo sereno. Aun que se contuvo de alegría.

-Le ayudo?-exclamó Tomoe. Perdiendo el interés momentáneamente en Sumireko.

El zumbido de la dragoncita llegó hasta Azur, levantando vuelo se dirigió rápidamente y silenciosamente donde se encontraba, apareciendo sorpresivamente al costado suyo. ¿Por qué no opto por detrás como siempre?. Esa sería una mala idea si uno lo piensa mejor.