Divagaciones (libre)

Recuerdo del primer mensaje :

Sentado sobre la gran copa de un árbol contemplaba sin mas aquel lugar, "el reino obscuro", un sitio en el cual la luz del sol no era capaz de filtrarse entre los árboles, simplemente el lugar perfecto para que un vampiro como yo estuviera aqui, no tenía que preocuparme por el hecho de que en cualquier momento el sol me llegara a dar de lleno y me afectara,no, solo en este lugar era capaz de relajarme por completo.
Escuché un fuerte ruido cerca de donde yo estaba, eso me alertó inmediatamente, haciendo que mirara hacia esa dirección. Noté como algo saltó hacia mí y me hizo caer de lleno de la rama.

Mis ojos se encontraron de lleno con los de un extraño ser similar a algun gran felino, este me daba zarpasos e intentaba con sus fauces morder mi cuello y lograr que yo dejara de moverme para así poder "devorarme" mas sin embargo, realmente era él quien sería devorado. Yo llevaba algún tiempo desde la última vez que probé aquel líquido vital, por lo que en segundos al escuchar su corazón palpitar mis ojos se volvieron rojos y sin más acerqué mis labios a su cuello clavando mis colmillos en este y bebiendo de aquel jugoso líquido mientras el animalejos se revolvía entre mis brazos intentando escapar, perdiendo sus fuerzas cada segundo hasta que quedó completamente inerte entre mis brazos.

ME levanté dejando el cadáver de aquel animal en el suelo y me limpié la boca al quedarme un hilo de sangre brotando de esta. volví a subir a aquel árbol estando satisfecho luego de aquel suculento trago de sangre.
Miré un rato mas el paisaje que daba este obscuro lugar hasta que el aburrimiento comenzó a hacer asomo en mí, para mi suerte llevaba un libro conmigo, así que, sin mas lo saqué y lo abrí en la página que había quedado, leyendo con interés pero a la vez prestando atención a lo que me rodeaba, no podía bajar la guardia en este lugar con tantos animalejos como ese rondando cerca.

Contemplaba aun el agua del pequeño lago notando el como se reflejaban Piff y minos en el agua, fue por ello que mi mirada se alzó hasta aquella rama que, mediante ellos avanzaban, lucía mas y más frágil.
-Espero que la rama resita -comenté sin dejar de mirar al par de pequeños dragones observarse en el agua desde aquella rama tan inestable, o almenos daba esa impresión.

Asentí a las palabras de Sumireko, mirándola nuevamente, estando pendiente del apr de dragones de reojo, para mi era un tanto dificil el mantener mi ser en orden si estaba muy angustiado o muy enfadado, ya había tenido experiencias que me hicieron saberlo, por lo que, asentí.
-Si, es un poco complicado... puedo llegar a... matar a alguien sin querer solo porque he sufrido un ataque de ira... o lastimar a alguien por angustia.. -suspiré un poco- Aunque he tenido que acostumbrarme a lidiar con esto y tratar de estar siempre indiferente ante todo..

Le regresé la sonrisa y, al escucharla miré nuevamente el lago manteniendome en silencio por algunos momentos, pensativo, aun me parecía increible que, almenos ella no me tuviese miedo, tampoco Piff y Minos, llegaban a ser unos dragones muy agradables e incluso se ganaron mi afecto de cierta manera.
Seguí sin mirarla soltando su mano suavemente, y mirando mi mismo reflejo con seriedad.
-Yo.. podría lastimarte, hasta matarte sin desearlo con solo enfadarme... ¿no temes por ello?, ¿no temes a que en algun momento pierda la compostura, que ustedes esten muy cerca y que sin querer los lastime o... los mate..? -dije con voz apagada, cerrando unos momentos los ojos- Muchos seres no me tienen confianza por ese motivo... se como una "bomba de tiempo", que, si explota... puede causar mucho daño... -murmuré con voz seca, mientras observaba nuevamente mi reflejo en el agua.

Spoiler:

Me mantuve en silencio en todo lo que ella hablaba, apesar de sus palabras muy en mi interior dudaba de mi mismo, temía acabar haciendole daño sin intenciones, lasimar a alguno de los tres sin intencio por un simple descuido sera una cosa que yo mismo nos ería capas de perdonarme.
Ante su primera pregunta, solo me seguí contemplando en el agua por unos segundos, manteniendome en silencios hasta que mis labios se movieron un poco en señal de que iba a pronunciar palabra pero, callé un tiempo mas.
-La soledad.. combinada a las cosas que he visto an hecho que sobre mi se cree esta "mascara" inexpresiva, que me haya vuelto un ser frío casi sin emociones, alguien que se encierra en si mismo para controlarse, para no lastimar sin intencion... ademas de que el mismo tiempo se ha encarggado de volverme así... solo dos factores, los cuales lograron convertirme en un ser que no expresa emociones a menudo.. que no tiene a cruzar palabra con nadie en lo absoluto a menos que la ocasión lo obligue a hacerlo... -expliqué sokteando un largo suspiro sin despegar mi mirada del agua cristalina-Siempre he sido un ser solitario que desde temprana edad ha visto cosas perturbadoras, ha sufrido golpes bajos y que se ha decidido aislar a si mismo de los demás... y, pensar que en estos momentos soy capas de contarle todo esto a alguien... ¿ironía?, no... confianza... confianza hacia ti.. -murmuré quedamente.

Escuché el como pronunció mi nombre de aquella manera tan singular, para luego comenzar a hablar, observé a Piff y Minos, en eso parecía tener razón, ese par no parecían ser del tipo de criaturas que se confian de todos y que dejan que se acerque cualquier tipo de persona a aquella en quien depositan su confianza, quizá de cierta maenra compartiamos eso.. yo, no era un ser que confiaba en las personas en lo absoluto luego de la traición sufrida muchos años atrás por los de mi misma especie, la matanza sin compasión que se llevó a cabo hacia mi familia y la cazeria incansable que aun, hasta estos tiempo, algunos tienen contra mi.
El besó en mi mejilla verdaderamente me tomó por sorpresa, pero, igualmente seguí en silencio, solamente escuchandola para luego mirarla volteando ligeramente mi cabeza.

-Gracias por.. ser los únicos seres que por ahora, apesar de saber que puedo ser capas de lastimarlos, confien ciegamente en mi y que no me tienen temor en lo absoluto... es grato en verdad el saber eso, pero, si en algún momento llego a perder el control de mi miso, no duden en huir, ya que, lo que menos queiro es lastimarlos, a ustedes quienes han logrado sacar parte de mi verdadero ser a la luz, así que... solo haganlo si eso llega a suceder... y, en lo personal, haré lo posible para protegerlos a los tres de cualqueir adversidad -murmuré dandole a Sumireko una ligera sonrisa.

Escuché claramente el crujir de la rama cuando los gruñidos de los dragones alertaron que algo no andaba bien. No reaccioné y acabé como un impotente espectador en lo que ambos pequeños caían y sumireko saltaba a por ellos, logrando atraparles pero cayendo sin remedio alguno al agua, salpicandome un poco.
Me levanté y, sin importarme mucho entré en el pequeño lago, cargando a uno de los pequeños dragones para luego tenderle mi mano a Sumireko, oservandole entre preocupado y divertido dado a la ironía en la que habían sucedido las cosas.
-¿Estan bien los tres? -pregunté observandoles para luego mirar al par de dragones un tanto serio-Deberian de tener más cuidado, hubiesen podido salir lastimados sin remedio si Sumireko no hubiese ido a por ustedes -exclamé con severidad pero cierta dulzura, casi paternal se podría decir meintras acariciaba la cabeza de Piff, a la cual tenía cargada en uno de mis brazos-No sería lindo que salgan lastimados por andar jugueteando por ahí, a la proxima sean cuidadosos, ¿vale? -miré a Sumireko ahora notando el como estaba completamente mojada, eso no era del todo bueno.

Acomodé un cabello mojado y rebelde que se pegó a su rostro, dejandolo detrás de su orejas para luego suspirar-Creo que lo mejor ahora será que vuelvan a estar secos... -exclamé mirando a los tres que cayeron sin remedio al agua- Cerca de aqui hay una choza donde por lo general paso el tiempo cuando no estoy por los alrededores... ahi podrán secarse e inclusive hay ropa limpia pues, con anterioridad solían vivir humanos antes de querer mudarse a la ciudad dejando la choza abandonada -ofrecí y espliqué aun contemplando a los tres.

Le escuché y solo suspiré, ¿había sido duro?, en un inició quizá, es decir, un niño que se vio obligado a huir por su vida, que luego descubre sus poderes y que es catalogado como un ser despiadado, viendose obligado a vivir solo ya que, el confiar en alguien es lieralemten dificil dado a que la mayoria de vampiros quieren su cabeza como trofeo en forma literal pues si, había sido duro aunque en cuanto dejé a un lado que la soledad me afectaba, acabé siendo un ser frío y msiterioso, sin confiar en nadie y sin ver que nadie se le acerque y solo lo hagan apra intentar matarle.

-Si.. en parte, luego de la masacre que sufrieron mis padres, siendo muy joven pues.. la soledad me afectaba mucho más que ahora dado a que actualmente ya me... había resignado a vivir así, sin confiar en nadie y siendo temido.. solo observando que se me acerquen para intentar matarme -musité mirandome aun en el agua.

Observé la sonrisa que Sumireko me brindó y escuché lo que dijo respecto a que yo tuviese confianza hacia ella. Seguí sonriendo y negué un poco con la cabeza ante sus palabras.
-No hay nada que tu debas agradecer, en realidad, yo soy quien debe agradecerte por hacerme confiar en alguien después de mucho tiempo.. y por.. hacerme ser yo mismo... de alguna manera... sin vivir bajo esta máscara de frialdad e inexpresividad -dije observandola en todo momento.

Luego de que los dos pequeños dragones cayeran al agua y de que en un intento por evitar que se golpearan Sumireko cayó tambien al agua, suspiré almenos al saber que estaban bien. Tambien después de mi reprimenta hacia Piff y Minos en un inicio noté que se sentía arrepentidos pero, volvieron a etar felices en cuanto mimé a piff y Sumireko a Minos.
Mi mano aun seguia extendida hacia ella, y, en cuanto la tomó estaba listo para levantarla mas sin emabrgo sentí como fui halado y caí sin remedio alguno en el agua, sujetando a piff para evitar que se golpeara.
Reí en cuanto se me pasó la sorpresa de haber sido lanzado al agua y miré a Sumireko.
-No lo vi venir.. -dije con una sonrisa.

Me levanté y le tendí la mano a Sumireko, ayudandole a levntarse apra luego salir del lago notanto como todo mi ser escurría agua al igual que el de piff. Le sonreí a la pequeña dragona para luego mirar a Sumireko.
-Bien, vamos a secarnos -dije comenzando a caminar.

La choza no estaba muy lejos, solo tuvimos que camianr por entre los árboles un poco de tiempo. Me mantuve siemrpe al lado de Sumireko alerta pues, a la lejanía se escuchaban de nuevo aquellos seres que percibían el aroma de Piff y de Minos pero, cesaron de seguirnos en cuanto estuvimos a unos cien metros de aquella choza rústica pero de agradable aspecto.
Les conduje hacia la puerta y la abrí haicendole una seña con la mano a sumireko para que pasara dentro.